Oremos por Myanmar
Ofrece una Santa Misa por las víctimas del terremoto
Tu oración y apoyo fortalecen a la Iglesia católica en su misión de consuelo y esperanza.
Myanmar necesita nuestras oraciones y apoyo
Un devastador terremoto ha golpeado Myanmar, dejando a su paso destrucción y sufrimiento. Muchas familias han perdido a sus seres queridos, sus hogares y su esperanza. Los templos han sufrido daños, las comunidades han quedado aisladas y la incertidumbre reina en cada rincón. En momentos como este, el dolor y la desesperación pueden abrumar, pero la fe y la solidaridad pueden traer consuelo y fortaleza.
En medio de esta tragedia, la Iglesia sigue presente, acompañando a los afectados, llevando apoyo espiritual y material. Sin embargo, la necesidad es enorme, y cada gesto de oración y ayuda es fundamental para sostener la misión evangelizadora en este tiempo de crisis.

La fuerza de la oración y el apoyo a la Iglesia
Al ofrecer una Santa Misa por las víctimas, estás intercediendo por sus almas y brindando paz a sus familias. Cada Misa representa un rayo de esperanza para quienes sufren, recordándoles que no están solos y que el amor de Dios sigue presente en sus vidas.
Tu ayuda no solo es espiritual, sino también concreta: tu donación permite que los sacerdotes continúen con su misión pastoral, ofreciendo palabras de aliento, sacramentos y apoyo a las comunidades devastadas. La Iglesia se convierte en un refugio donde los afectados encuentran consuelo, orientación y ayuda para reconstruir sus vidas.
Cada Misa ofrecida es una oportunidad para transformar el dolor en esperanza y el sufrimiento en fe renovada.


¿Por qué elegir esta causa?
- Un acto de misericordia: tu intención de Misa será ofrecida por las almas de las víctimas y el consuelo de sus familias.
- Apoyo directo a la Iglesia: contribuyes a la labor de sacerdotes que llevan esperanza y asistencia espiritual a quienes han perdido todo.
- Impacto inmediato: tu ayuda fortalece la presencia de la Iglesia en Myanmar, asegurando que su mensaje de amor y fe continúe.

“Nuestra misión es estar cerca de la Iglesia en tiempos de crisis, apoyándola con nuestras oraciones y nuestra ayuda para reconstruir, tanto las estructuras como a las personas, no solo a corto plazo, sino también a largo plazo. Esta tragedia es un capítulo más en el profundo sufrimiento de este pueblo, y al mantenernos cerca de la Iglesia en Myanmar, demostramos que no los dejamos solos”.
Regina Lynch, presidenta ejecutiva de ACN